La vieja tragona se folla al voluntario de cruz roja

Tenemos suerte de vivir en una parte del planeta donde los servicios sociales todavía funcionan bastante bien y la gente de la tercera edad dispone de ayudas para el día a día en su domicilio. Esta septuagenaria ha enviudado y ahora las tareas domésticas sobretodo la compra se le hace un mundo y más teniendo en cuenta que vive en un tercero sin ascensor. Suerte a la ONG con la que hacía donaciones durante muchos años ahora tiene incluido la ayuda de un voluntario para las tareas domésticas unas horas por la mañana. Está muy contenta con el dotado chico negro que tiene ahora, de brazos fuertes y una polla descomunal que llena todos los agujeritos de la vieja.