Espiando a suegra pelirroja mientras corre en la cinta con mallas

Aquella noche el chico de gafas se había quedado a dormir en casa de su chica. Se levantó temprano y con mucha sed y como su novia todavía dormía se vistió y se dio una vuelta por la casa. Cuando pasó por delante del dormitorio de sus suegros alucinó con lo que vio. La madura y sexy suegra estaba en su rutina matutina de ejercicios y bicicleta estática sudando la gota gorda. Enfundada en unas mallas muy ajustadas como si fuera una morcilla marcaba sus bonitas y duras nalgas en cada pedaleada. El chaval se quedó embobado y inconscientemente su mano se iba a su entrepierna porque lo ponía a cien la madura pelirroja.