Tuvo que pagar la cuenta del bar dejándose follar duro

Esta vieja morena y su marido se pasaron varias horas en el bar comiendo bocatas, bebiendo y emborrachándose, hasta que llegó la hora de pagar la cuenta, se dieron cuenta de que no tenían dinero y el dueño le dijo a la mujer que se pusiera a lavar las copas para quedar a mano. El marido se fué al coche a dormir ya que estaba demasiado borracho y, cuando la tía se quedó a solas con el chaval, se ofreció a chuparle la polla y dejarse follar para pagarle más rápido e irse de allí de una buena vez.