Quién dice que las abuelas no saben disfrutar de la vida y del sexo

Aburridas de los clubs de lectura y costura a los que van estas tres viejas amigas deciden darse el gusto y hacer un viaje del Imserso a Benidorm. Solo porque les sale más barato porque luego una vez allí se separan del resto del grupo de vegestorios para montarse la juerga por su lado y ponerse hasta arriba de mojitos y bailar mucho en la discoteca. Al final no les salió nada mal la jugada porque hicieron muy buenas migas con un joven camarero del local que luego se unió a ellas en seguir la noche. Las tres abuelas y el chaval acabaron la noche en la habitación del hotel donde aprovecharon estar sin maridos para disfrutar de toda una noche de orgía con mucho sexo.