Jubilada no se pierde un viaje del Imserso en la Costa Daurada

Quién dice que no hay vida sexual después de la jubilación? Aprended de esta vieja turista alemana que cada verano no falla a su cita con un viaje del Imserso por la costa catalana. Allí disfrutará del sol y el calorcito del verano en un hotel de lujo con todos los gastos pagados. Una pulserita vip y a disfrutar de las instalaciones del hotel mientras se toma los ricos cócteles que allí preparan. Pero es que además los chicos que dan los masajes en la piscina están para comérselos, jóvenes, guapos y musculosos que a todas las maduras y viejas vuelven locas. Pero esta vieja de setenta tacos ha tenido más suerte que ninguna porque el joven masajista le ofrece un servicio extra con un final muy feliz para ella.