El bigotudo no paró hasta follarse a la vieja

Este campesino sabía bien que la vieja morena de su vecina llevaba muchos años sin probar una buena polla y se le ocurrió una buena idea para que le rogara que se la follara. Cuando fué a su casa, llevó un balde con un consolador en la punta que se olvidó a propósito para que la vieja se tentara y se pusiera a masturbarse cabalgándolo, y cuando regresó a los pocos minutos supuestamente para volver a buscarlo, la tía ya se había pajeado y estaba tan cachonda que se puso a comerle la polla y acabó pidiéndole que la penetrara por todos los agujeros tal como había planeado.